Monday 29 November 2010

Reportando desde las gelidas temperaturas Londinenses, solo para traer lo ultimo del dia a sus hogares.
Que les voy a contar que ya no sepan?. Dejemonos de representar el mundo a traves de un prisma distorsionado. De todos modos, no sabemos lo que hacer con esta sobre carga de informacion, en una sociedad que solo sintonza para desconcetarse de lo cotidiano. Que paradoja.
Seamos sinceros; solo nos interesa el aqui y ahora, el sueldo a final de mes, y esas pequegnas esqusiteces de clase obrera que aun nos podemos permitir porque hay que ver como esta el patio. Una abre los periodicos hoy en dia solo para quedarse atonita ante tanta crisis social, cultural, economica (...) Que agobio por Dios! Y la deuda de lo prometido aqui no aparece. Volveremos al catolicismo para al menos creer en una compensacion post terrenal por tanto suplicio. Y que nos la sellen en el Vaticano, que no esta el mundo para andar por ahi sin concretar nada.
El aqui y ahora resulta ser una ciudad cosmopolita en la que todos andan estresados por la huelga del metro. Menudo agnito que llevamos con las huelgas...Y lo que nos queda.
O sea, si no son los terroristas, alguien aparecera para hacer que los dias sean mas amenos, menos monotonos. Al fin y al cabo, la monotonia es el peor enemigo del capitalismo pues incita a su desgaste y a algo mas peligroso: Su cuestionamiento.
De vez en cuando necesitamos panicos morales que nos hagan aferrarnos a lo que tenemos y alejarnos del miedo de lo desconocido. Nos veneden las guerras como la culpa de aquellos que no comparten nuestra misma vision de la sociedad, ni tienen nuestro mismo estatus...Los miramos con nuestra mirada privilegiada, asegurada por unos ahorros que guarda el banco de turno.
Las comodidades son tantas que nos negamos a pensar en la posibilidad de perderlas y volver al fantasma del pasado y su escasez.
Pero en este mundo tan seguro de si mismo, las comodidades han llegado a sorepasar nuestra capacidad de consumo; nos cansan antes de que hayamos sido capaces de catarlas. La acomulacion no es un pecado capital sino el latigo de los que tienen menos, porque no se trata d eun mito...Son una realidad, rostros descomponiendose de colera en una calle de puerto Principe, en un callejon londinense, en un suburbio de Rio, en una esquina de la Barceloneta.
Son lo que podriamos ser. Espeluznante.
La monotonia se rompe con sus imagenes en las portadas de los periodicos, en las noticias de ultima hora, como un azote y un alivio; Son imagener y textos que no nos salva de mirarnos el ombligo, sino que nos dan mas razones para no parar de hacerlo.
No es un mundo para grandes revoluciones. Lo tenemos todo, por que vamos a luchar ahora?
Para que perder lo que no nos costo nada ganar? Es mas dificil hacerle frente a la podrida moral que nos rige, que a un ejercito de sedientos de justicia.
Somos los Dorian Gray de la civilizacion que se ha dado en llamar superior y guardamos nuestro retrato en la tierra de las mil y una noches, de lo exotico y pintoresco.
Somos el resultado de un sentimiento de superioridad que costara cruzadas de tinta y generaciones para erradicar, para decontextualizar y desposeer de sentido comun.
Somos los herederos de un mundo perfecto con una idea de perfeccion que mete bajo la alfombra los monstruos que nos acechan en las noches que iluminamos con luces de Neon y segnales de dos por uno.
Somos los responsables que nos negamos a tomar responsabilidad y dejamos que los culpalbes queden impunes y se salgan con la suya porque es mas facil segnalar que mirar hacia dentro, hacia ese negro inmenso que amenaza nuestros pilares de identidad y humanidad.

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