Saturday 24 March 2012

We are praised for being the curious souls who drive the world forward in the search for answers that engineers and scientists develop in laboratories under lenses and never consuming artificial lights. Our light comes from the inside and it’s in constant battle with a devouring darkness that never surrenders and resembles nothing to the romanticism of Gothic paradises, oasis of modernity. Our passion pushes the imagination of those who lack words or means to express their poetry that we all need so badly. Our movement does not transport objects from place to place at unimaginable speeds; our bridges do not respond to mathematical formulas and impossible shapes that defy nature while trying to imitate her and overcome it. We don’t move from A to B; we go a step further, conquering parallel universes, breaking mirrors that limit the possibilities of reality. We dare to construct reality without staying attached to its material limitations. We are dreamers, with all the connotations that the word implies, who play with meanings, rebelling against the rules that aspire to label it all while claiming innocence and universal welfare. However, we remain undervalued in a world that traffics with profit and where golden currency is prioritized above our most basic human needs that identify us as unique. Who are we? What is our DNA? As an answer to the increasingly demanding audience that is thirsty for budgets and figures, all we can say is that we are what we love. How many of you can say that? We love the constant flux of creative value that remains asleep, waiting for the gaze to see it clearly, for the visionary that transforms the inexistent in an ocean of “maybes”, for the hands that shape stones into representations of beauty and wonder. The times of knowledge are changing but we still purchase with it because we consider it to be one of the most valuable belongings we ever had. Nevertheless, this vital possession is not meant to remain in closed doors or books of wisdom. It’s not an isolated subject in a dusty shelf, or a piece of museum, or an object of admiration. It must be fluid, regenerative and provocative. It must be found further than a click away. Knowledge must inspire and those crusaders who desire to pursuit it and employ it should be supported and encouraged. I have not guarantees of where this could lead them, only a vision that reminds me how much I hate the idea of imagining a world where our passions were relegated to the corner of hobbies at the end of a CV because they are much more than that: They are the core of our lives at the service of finding happiness in its most enlighten meaning.

Saturday 10 March 2012

Una idea

Por donde se empieza a cambiar el mundo? No sera aqui, en una abarrotada cafeteria en el Corazon de la capital Danesa desde donde vemos el tiempo cambiar cada cinco minutos sentados tras los grandes ventanales que nos distancian y nos exponent a la calle. A ratos las aceras se cubren de una lluvia gris y monotona y a ratos el sol se impone en las piedras y nos cambia a todos las expression y las ganas. Quizas si; puede que el mundo se pueda empezar a cambiarse desde cualquier lugar en el que estemos en el momento en el que cierto rincon oscuro de nuestra mente es activado. Ese rincon es nuestra bomba de relojeria humanista. Nos cuestiona y nos fuerza a buscar constantemente nuevos angulos, nuevos espacios y posibilidades que van defininedo nuestra idea de “justicia” y “mejor”. Nos hace intranquilos e inconformistas pero por encima de todo, nos da un motivo, un credo y unas pautas de conducta. Vivimos en la era de la tecnologia. Nunca antes habiamos estado mejor comunicados. Fisica y virtualemtne nuestars sociedades estan unidas, siendo interdependientes entre ellas a niveles nunca jamas experimentados. En tiempo real podemos ver que sucede al otro lado del planeta. Interntet nos ha hecho testigos de la vida que nunca existio, convirtiendonos en jueces y parte de distantes escenarios, cargando de moralidad machacante la opcion de mantenenos indiferentes a ciertas realidades. El pasada regresa con el poder de la imagen repetitive e incesante, dando eternidad a los idolos a los que no se le permite morir. El presente nos petenece. No solo existe: Lo construimos y transofrmamos. Lo transefirmos a unidades de memoria inmortales, a orenadores donde podemos modificarlo, dramatizarlo, poetizarlo, difundirlo y compartirlo con el mundo. En gran pate, tenemos la posibilidad de hacernos activos, de dejar a tras la pasivida de asoborber y aceptar. Somos pequegnos dioses con la posibilidad de crear y decidir. Sin embargo, todo este panorama de posibilidades sigue siendo terreno de guerras entre corporaciones que dominan las reglas de juego. A pesar de los avances, la paradoja de nuestra modernidad reside en el preocupante aislamiento en el que parecemos estar sumidos. La comunicacion, raiz de nuestar identidad humana, esta pasando por una etapa metamorfosica que decidira el curso de nuestro futuro. La informacion es una cacofonia de voces si no tenemos una base moral al la que aferrarnos, si nuestros lideres no nos conducen con sus politicas hacia una direccion de acercamiento y entendimiento. Para ello, la responsabilida debe retomar posiciones privilegiadas en nuestros esquemas vitales. Debemos ser responsables de nuestras creencias y actos, de nuestras decisions y asertaciones. El arte debe tomar el frente. Necesitamos soluciones mas creativas, mas humanas, mas comprensivas y globales a porblemas que parecen no tener fin. Necesitamos dejar de crecer encerrados en una vision unilateral de como debria de ser y activar el poder que teroicamente pertenece al ser que nos vende el periodico en la misma medida que al ser que decide lo que en el se escribe. La revolucion no debe de ser anarquica, pero controlada por una voluntad comun, lanzada desde un plataforma que ya existe, que todos usamos a diario sin percatarnos del poder que ejerecemos al hacerlo. Una idea puede, sin lugar a dudas, cambiar el mundo. Una idea. Algo tan trivial y liviano. Una idea puede dar paso a un giro de destino. Pues cambiar una vida, como el batir de las alas de una mariposa en la sabana africana puede provocar un vendaval, un tornado, un huracan arrasador en Japon. Necesitamos activar esa idea de forma que incluya nuestros puntos communes, los hilos que nos trejen y nos mueven cuando tiramos de ellos, sin importer nuestro lugar de nacimiento, sexo, edad o religion. Necesitamos encontrarnos en el ruido que nos aleja. Necesitamos vernos y para ello, antes necesitamos abir los ojos. Esa idea es una semilla que un dia puede ser un arbol frondoso. Una idea puede nacer de una educacion inculcada, de una impression adquirida o de una busqueda personal intentando ser cada dia mejor para darle a los demas algo mejor. Tras ella nace la accion, las ganas de construir el proyecto del Universo como las leyes no escritas quisieran que fuese. Tras ella nos movemos, avanzandom en circulos, retrocediendo, tomandonos tiempo para apredner de los errores. Una idea esta desitnada a nacer. Y lo hace.