A los pies de Babel

No se si alguna vez oisteis la famosa frase: “ Quien te diria a ti hace “X” agnos que…?” Supongo que si porque todos, tarde o temprano, terminamos dandonos de bruces con lo que en su dia nuestra imaginacion no imaginaba. Estaria baja de forma.
Vereis...Esta magnana me tomaba un café americano en una cafeteria italiana, en la terraza de un parque ingles con una amiga Alemana. En la mesa de al lado, dos Japoneses visualizaban en las pantallas de sus inseprables Toshiba la catástrofe que azota ahora mismo a su pais, mientras las palomas insolentes atacaban sin piedad un sandwich de pollo que unos turistas Finlandeses habian dejado a medio terminar sobre la mesa de disegno sueco IKEA. Volaron espabrodias cuando el camarero Kosovar salio dando manotazos al aire a diestro y siniestro.
Yo le comentaba a mi amiga que mi jefa Serbia se habia ido de vacaciones a Málaga con su novio britanico y que su compagnera de piso brasilegna se habia quedado al cuidado de su gato persa.
Minetras sorbia mi café, que siempre se me queda frio, me quejaba de que me esperaban 7 dias de lo mas aburridos en la oficina, ya que a mi compagnera Polaca no hay quien le saque prenda y habla menos que las momias egípcias de museo Britanico.
Mas tarde llego otra amiga, la espagnola de Cantabria que se crio en Holanda. La misma que en la final de la copa del mundo del pasado verano tenia todas las de ganar. Estaba muy emocionada porque habia reservado nuestra excursion al Grand Canyon. Iremos a visitar alguna reserva india dos dias despues que los Americanos celebran el dia de la independência de los Estados Unidos.
No se si hace unos agnos me hubiese imaginado estar en un cuadro como el que termino de describiros. Probablemte no, aunque el imaginario social de los gallegos da para eso y mucho mas. Por algo hemos ido a la luna y vuelto para escribir canciones sobre la experiencia de ligar con las marcianas. Llebamos al extremo eso de derribar fornteras.
Lo cierto es que mas que una magnana corriente en el centro de Londres, esto parece una parada rápida a los pies de la torre de Babel. Ahora que se convirtio en el pan nuestro de mis dias, ya no me sorprende tanto como solia, pero aun me da motivos para plasmarlo y hacerlo objeto de nostalgia. Si el multiculturalismo ha fallado, segun el discurso de la burocracia europea, a mi, a lo Humphrey Bogart, aun me queda esta isla de ensuegno en el centro del universo. Esta Utopia echa realidad. Esta ciudad de encuentros y aprendizaje constante. Un pequegno café en donde el error aun no ha hecho estragos y se jacta, aunque solo sea a um nivel micro, de haber ganado la batalla. La guerra contra los reduccionistas cinicos, la tenemos que luchar cada dia.