Lo que cuesta un reto (mundourense)

Conectarse con el mundo es una actividad fascinante. En Londres solo tienes que subirte en el 68 hacia Camden Town o en el 55 hacia Hackney para codearte con un monton de diversas y variopintas nacionalidades.. Vivr en esta urbe a dia de hoy es una vision y experiencia única en Europa ya que brinda al posibilidad de viajar por el cosmos cultural sin tener que cruzar frotneras.
El resto del pais es otro universo. La otra isla guarda la esencia de su pasado, mientras que Londres, con sus calles góticas, su riquea histórica y sus museos postmodenos, se impulsa constantemente hacia el futuro, sin dar la posibilidad de tener miedo al vertigo que ello conlleva y sin tiempo de absorber sus contradicciones.
Y esas contradicciones son el pan nuestro de la Europa actual que estamos constryendo dia a dia.
Desde una pragmatica perspectiva insular, los planes de unificacion siempre se vieron y se siguen viendo, si no con apatia, si con cierta desconfianza. Londres es la quintaesencia de esta paradoja que supone querer abrirse al mundo volteando la miranda hacia uno mismo. Convivir con tus vecinos siempre ensalza la busqueda de las propias cualidades, despertando a la par el abierto espiritu de la tolerancia con uno mas callado y defensivo de autoconservacion que teme la perida de identidad. Es um reto, y no pequegno, lo de enfrentarnos a conocer a los demas cuando nosotros mismos, como personas individuales o países, estamos en un infinito proceso de auto descubrimiento.
Hoy Dinamarca dice en alto lo que piensan muchos de sus vecinos europeos. No debemos verlo como algo trágico. Estamos comprobando que la tolerancia es uma leccion que no se inculca pasando por alto la revision de pasaportes en una frontera geográfica. La tolerancia se cuece a fuego lento y solo puede nacer de la convivencia; de enfrentarnos al miedo a perder, apostandolo todo a una mano con la unica garantia de la confianza.
Sin duda, lo de enfrentarse a ciertos retos es um trabajo duro, a veces frustrante y a veces gratificante. Podemos superar este? El camino solo se conoce andandolo.