Sunday 23 January 2011

Que no sea yo quien les sujete la mano.

Que bien se esta por casa!
Ahi afuera el mundo esta patas arriba, aunque eso ya no es novedad.
Los periodicos jamas venderian tiradas si un dia se quedasen sin etse tipo de noticias en las que los buenos, en algun punto de la pelicula, se transforman en malos y los malos siempre tienen cabida para mas corrupcion y alevosia.
Tenemos una amplia gama de culebrones para todo tipo de depresiones: Crisis economica en Grecia, escuchas telefonicas inglesas, inestabilidad en la zona balcanica, inundaciones en Australia y yo que se que mas. Alli donde esta la catastrofe, siempre hay algun reportero dicharachero con el cartucho lleno de tinta dispuesto a alegrarnos la jornada.
Pero es que los humanos somos morbosos. Un poquito si, no me vengas ahora con pamplinas morales. El dolor ajeno nos recuerda que nuestra situacion, aunque nunca es demasiado buena, siempre podia ser peor. La historia esta construida de grandes verdades, tragedias helenicas y pequeñas evidencias.
En un par de dias regreso a esa pequeña isla en la que su mejor dia de verano es incapaz de brindar un cielo tan azul como el de esta mañana de Enero en Ourense.
No solo el tema meteorologico....Ya estoy echando de menos la tortilla rellena, las aceitunas de anchoa, la empanada y las abundantes dosis de jamon que nada tienen que ver con esas raquiticas lonchas que vende Waitrose a peso de oro. Ya echo de menos toda la gastronomia gallega en su conjunto.
Para aquellos que en su dia me dijeron que los de por aqui somos unos muertos de hambre, ni las pieles de gamba, porque seguro que ni eso sabrian digerir con dignidad.
Esa isla de emigracion, de "xuntanza" de cerebros, de encuentros culturales y aventuras personales, tambien tiene la capacidad de sorprender ingratamente con la presencia del mal gusto y la ignorancia. Pero en una Europa sin fronteras, como la que se esta trantando de construir actualmente, tambien la estupidez tiene cabida y por desgracia es libre de tirar la primera piedra.
Que no sea yo quien les sujete la mano, pero no seran ellos los que me callen la boca.
Sera, sere, seremos un poco lo que nos dejen y mucho de lo que pongamos en el asador. A veces es todo el kilaje. Demasiado para los dientes de leche y por mucho que queramos, no se puede forzar a nadie a ser lo que deseas que sean. Hay que darle tiempo a la ingenuidad para que madure y rienda suelta a la indecision para que encuentre su camino. A veces es mejor que los poseidos o adictos a ella no regresen a ti.
Que cada cual encuentre su lugar, que bastante revuelto esta nuestro mundo como para organizar el de los demas.
Solo duele un poco salir de la ilusion, volver a lo real que, aunque hoy pueda no parecerlo, siempre es mas sorprendente y magico. Nunca mas de lo mismo, por mas que nos empecinemos en afirmar que asi es. Mira que nos gusta el autoengaño y eso de estancarnos en un pensamiento vano. Si lo recetase la seguridad social...las farmacias no daban a basto. Pero hoy en dia esta mas de moda lo de vender drogas de nombres rimbombantes para evadirte y aligerar el peso de lo cotidiano.
Claro que la lucha a veces cansa. Nos agota por dentro y por fuera; pero es un estilo de vida que nos mantiene alerta, vigilantes, ansiosos, deseosos de poner a prueba nuestra valia. Es una fuerza magneitca imposible de resistir, como la llamada de la bestia sobre un manto de arena caliente que hierve bajo la espada y el capote.
Esa es la leccion imposible de olvidar de los que vinieron detras, arrastrando sus penas y glorias, como si su conociemiento fuese un cheque sin fondos que nunca podemos gastar del todo por mas que derrochemos. Como si su legado fuese ese agujero que excavamos para meter en el todo el agua del mar.
Algunos no ven mas alla.

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