Sobrevivir sin San Valentin (MundoOurense) Desde el Norte con amor.

Esta carta va dirijida a todos aquellos solteros o solteras que hayais sobrevivido un San Valentin mas sin flores, chocolates o lenceria sexy ultimo grito en Victoria Secret. No desespereis que hay luz la final del tunel. A mi la luz me la ensegno mi compagnero de piso Lituano. Aqui estamos los dos y los otros tropecientos emigrantes que somos, viviendo con lo justo, comiendonos las ugnas en una de las ciudades mas chic y felices de Europa. Aqui plantamos nuestra presencia y nuestro curriculum de humanistas y Cientificios Sociales, ramas academicas de lo mas demandadas a lo largo y ancho del mundo, como bien sabemos todos que tenemos la misma vocacion y titulo. Por desgracia no nacimos para ser ingenieros o medicos; no nos va lo de la enfermeria y de economia entendemos que hay diversas especies de carne en el supermercado cuyo valor desorbitado nos esta forzando a ser vegetarianos por necesidad mas que por convincion o etica. Aunque hay que ver como estan los tomates ultimamnete…Es que a caso viajan en primera desde Italia? El me recordo que las cosas importantes en la vida no son un regalo empaquetado en un papel que es mas caro que el contenido que lo envuelve. Que va! Eso es solo el reflejo de la felicidad momentanea medida por el precio de una etiqueta que la encargada de la tienda remueve para que nunca sepamos el precio, como si ese misterio incrementase el factor sorpresa y anadiese un toque de eternidad a nuestra historia de amor! Como si no tuviesemos suficiente, esto de comercializar los sentimientos es otro estres anadido a la interminable lista de los que ya existian. Con lo justo y necesario, mi compagnero de piso se compro un billete de avion para ir a ver a su novia. Pagar esta sorpresa le cosatra horas extras lavando platos en la cocina de un restaurante de Copenhagen en el que este licenciado en periodismo trabaja 4 dias a la semana. Que otra cosa podria hacer si lo que mas queria estaba lejos? Y me pregunto cuantos valentines saben apreciar lo que tienen cerca; si lo tratan como se merece o si merece la pena gastar tanto en tonterias cuando lo mas importante a veces no cuesta nada. Por eso hay que mantener la fe. Porque algunos y algunas quedan que saben cuando es justo pagar un precio. A veces es mejor no tener nada que tener por tener. A veces tenemos que hacer lo que hacemos y ser quien somos porque nada mas nos haria felices. Y eso no hay mastercard que lo pague por mucho que algunos se empenen.