Tuesday, 21 February 2012

Isla Magica

Las noches en Cristiania son un escaparate de vecinos preparandose la cena, ajenos a mi curiossidad que escrutina su intimidad sin ningun tipo de pudor. La oscuridad de la plaza se alia con un sielncio casi sepulcral, molesado unicamente por las campanillas que cuelgan en la cima de los muchos botes amarrados en el Puerto, anclados en el acero del invierno que empieza a ceder y escarcharse ante la inminente llegada de la primavera. Escucho las campanas tintileando, sonriendole a las estrellas pulcras y hermosas que decoran un negro limpido e incitante. Desde mi rincon favorito de la casa me paro a contemplar la noche y dejo que ella me contemple a mi. Permanecemos asi un largo rato, como si fuesemos dos enamoradas esperando el instante perfecto para engullirnos de lleno en la passion de un viaje sin retorno. Frente a la ventana indiscrete busco el susurro del agua, pero la quietud del hielo solo me trae las quejas del viento, que trabaja sin contrato a jornada completa en esta isla magica Las ninfas preparan sus mejores galas para emerger y enamorar a los intrepidos marineros y yo quiero zarpar con ellos a surcar otros mares, a adentrarme en el oceano implacable donde bucean los suspiros de los muchos que fueron engullidos por sus olas sedientas de almas. Quizas dejaron a un amor en el puerto a la que, descalza y sin lagrimas, solo le quedo contemplar el mar y esperar. Esperar a que las heridas cicatrizasen solo a base de tiempo. Esperar un retorno que jamas seria. El tiempo es caprichoso. Dignaselo a Penelope, a las Parcas, a Frida, a la Maja Desnuda, a la musa de Dali, a las agujas del reloj, a los dioses del Olimpo, a la arena del desierto, a las olas del mar, a las plabras de un poema, a los latidos de un corazon. Diganmelo a mi. El tiempo jamas espera. Es inmortal y se esfuma. Se esvanece y nos condena a idolatrar su eternidad. Nos teme porque nos envidia; nos ama porque solo nos posee un insante y no nos puede portejer de el mismo. “No lo pierdas”. No esperes en vano, no regales lo que no tiene precio. Asi que suegno despierta a ser la capitana de mi propio velero, a convertirme en Ulises y seducir Sirenas sin cola de pez. Hei, encontrare un pedazo de tierra que me pertenezca y cuando lo haga, te preguntare si aun quires venir y contruir el mundo a nuestro antojo, sin normas que nos dirijna al mismo lugar al que todo el mundo quiere llegar, por el mismo camino, por la misma ruta que evita el bosque encantado y los canales misteriosos de los mundos que yo aun ansio ver, que estoy destinada a conquistar con la voluntad como unica aliada.

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