planificando no planificar

Hace tan solo unos dias quise poner en orden mis finanazas en LloydsBank, y en lugar de salir pensando que estaba reuniendo granitos de arena para el futuro siempre impredecible, me fui con la sensacion de que no hay futuro. Al menos, del modo en que me lo pintaron.
Soy una de esas personas incapaces de hacer planes a largo plazo. Uso mi agenda a modo de diario, en donde anoto lo que paso ayer, pero nunca lo que tengo pensado hacer manana.
Y ahi estaba yo; sola ante el peligro, sentada frente a un ordenador que reflejaba mis escuetos ahorros y escuchando las preguntas de mi asesor financiero que se mostraba de lo mas interesado en saber si iba a dejar la soletria y albergaba planes de embarcarme en la maravillosa aventura de traer mas retonos a este mundo que esta patas arriba.
Y es que 30 primaveras, sin anillo a la vista ni reloj biologico en modo alarma atronadora... Definitivamente habia algo en mi discurso que a aquel hombre no terminanba de cuajarle.
Para que una cuenta de ahorros si nada de aquello estaba en mis planes?
Por un instante me invadio la extrana sensacion de estar siendo juzgada; como si mi destino no dependiese de mi, y mis ahorros tuviesen el fin de ser invertidos en un plan superior establecido por la inerica en la que se supone que todos debemos terminar cayendo tarde o temprano.
Y las respuestas negativas me hicieron pensar, pero de vuelta en mi habitacion, rodeada de mis escasas pertenencias, en un pais ajeno en donde un dia deshice maletas, me senti libre y esclava.
Libre de ataduras y esclava de mis ideales que me conducen por esa carretera que, a lo Gus Van Sant, no termina nunca.
Ya llegaran los planes; decisiones importantes que cambien el rumbo de una vida. De momento, mi embarcacion pirata se resiste a anclar en puerto.
Todavia no me he cansado de los vientos que me conducen a orillas inesperadas; de la odisea que supone dejarse llevar con mano firme, encontrando autenticos tesoros en el camino.
Y las paginas de mi agenda...Que esperen un poco mas.