Las palabras a veces nos huyen, dejandonos prenados de un silencio absoluto en el que nos perdemos, sin saber muy bien como salir de el.
En ocasiones, no ensordecen y es imposible seguirles el ritmo.
Las palabras dan vida y moldena nuestros sentimientos. Fluyen del interior, irrumpiendo en la atmosfera que queda contaminada de signficados mal interpretados.
A traves de las palabras el dios Cupido sigue burlandose de los mortales que caemos rendidos a los pies de un verso, al borde de los labios amados, al abismo de una mirada cuando hacemos nuestros trueques de amor.
Con ellas se han declarado miles de guerras y firmado muchos tratados de paz.
Con las plabras se construyen las estructuras que nos encierran de por vida en modelos de sociedad, en cuerpos de carne y hueso, en nacionalidades que a veces sentimos ajenas.
Ellas dan nombre a nuesto mundo fisico y son las herramientas con las que muchos intentan dar sentido a lo que no se puede explicar.
En cuantas ocasiones hemos hechado en falta el escuchar una caricia.
Pablo Neruda hizo que en una noche cualquiera, flotaran en el silencio los versos tristes de un amante anonimo que empampaba su almohada anorando un cuerpo ausente.
Las palabras nos reconfortan y nos hieren. Viajan en el tiempo y nos transmiten sabiduria; O se pierden en el espacio y abren abismos imposibles de cerrar.
Es tal su poder, que muchas perecieron en las hogueras de la ignorancia.
Hijas de la imaginacion y herederas de la historia, con ellas volamos libres de las ataduras y viajamos a tiempos pasados, futuros y ficticios.
Con ellas sellamos pactos de fidelidad eterna y ponemos fin a lo que nunca pensamos que lo tuviera.
Cuando aprendes a ver el mundo desde otro idioma, sigue siendo a traves de estos pequenos simbolos que han sorevidido al tiempo, arrastrando con ellos un pasado que habla de batallas, de derrotas y victorias que han desembocado en el presente que nunca es estatico.
La lengua engendra cultura, y en ella nacemos a la realidad tal y como la conocemos. Es nuestro origen, punto de referencia y retorno. Nuestras riqueza en todos sus aspectos. Nuestra pobreza cuando queremos limitarla, silenciarla o convertirla en arma politica.
Es, al fin y al cabo, lo que somos y como lo somos.
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