La poesia.

Me gusta la noche.
En ella Rimbaud deambulo por los laberintos de la inspiracion, cuando ya estaba embriagado por la vision del mar y por el desamor de Verlaine. Cobijado por las estrellas bebio de la absenta que le hizo maldecir los versos creados; el sabia que el Sol es el bien mas preciado para los que son perseguidos por la oscuridad.
Arthur creia en la posibilidad de crear un mundo de relgas hechas a la medida de las necesidades mas apremiantes. Creia en la necesidad de reinventarse a uno mismo, constantemente, hasta dar con las puertas que abren el mundo a la locura mas lucida, en donde nada tiene la necesidad de ser preciso y en donde todo tiene la obligacion de ser bello y correspondido.
Creia fervientemente en la anarquia de los sentimientos y con sus leyes personales se propuso conquitar el mundo a su forma y modo. Con palabras. Puso la poesia a la cabeza de peloton. Que modo mas hermoso de comenzar una guerra perdida de antemano en la que los caidos en batalla nunca encontrarian causa mas justa por la que dar su vidas.

Me quede prendada en unos versos que nunca fueron pero que son mios, pues como decia el cartero de Neruda: "la poesia no es de quien la escribe, sino de quien la necesita"
Y yo la necesito mas que nunca para descifrar el mensaje de la ciudad que se me escapa ensordecido por el ruido incesante de la vida.
La necesito para conectarme a una esencia menos mecanica de lo que significa "humano", para demostrar que existen otras vias, otras posibilidades, otro futuro distinto al que cruelmente unos labios, hoy y para siempre ausentes, me habian querido conducir y hacer creer.
la necesito en mil bocas y de mil manos, de diversas lenguas y generos. Libre de fornteras y censuras.
La quiero rebelde y llena de energia; ficticia y real, evasora e indulgente con los que pecamos embriagados por su dotes.
La quiero autentica, como nada ni nadie pueden ser; sin ataduras de ningin tipo, sin promesas incumplidas, sin hard feelings ni bullshit. Sin complejos ni temores de hacer sentir y sentir.
La necesito hoy, esta noche sin estrellas, en este instante de insomnio, en ese magana de monotona lluvia.
La quiero porque si.